Murray Rothbard, economista, historiador

Sólo el Estado consigue sus ingresos mediante coacción, amenazando con graves castigos a quienes se nieguen a entregarle su parte. A esta coacción se la llama «impuestos», aunque en épocas de lenguaje menos refinado se la conocía con el expresivo nombre de «tributos». La contribución es, pura y simplemente, un robo, un robo a grande y colosal escala, que ni los más grandes y conocidos delincuentes pueden soñar en igualar. Es una apropiación coactiva de las propiedades de los moradores (o súbditos) del Estado.

Fuente: Wikipedia

Organización heterarquíca, democracia deliberativa, participativa y directa, Voto en contra, Voto en Blanco, Revocabilidad del voto, Extirpacion de la «PARTITOCRACIA» y Voto a tiempo real

Estimados amigos: 

En una organización heterarquíca no es necesario, ni el liderazgo, ni la jerarquía, puesto que los dirigentes se limitan a administrar la voluntad de sus representados.

El real problema a solucionar es:  Que tengamos que votar a un nuevo tirano cada 4 años, para que luego pueda hacer lo que le de la gana y, o lo que mas le beneficie a él, a su partido, a sus lobbys, logias o sectas.

 Es por ello que lo más importante a institucionalizar es la implantación de la democracia deliberativa, participativa y directa.

 Deliberativa y participativa: Porque previamente a la toma de decisiones, los votantes pueden participar en los planteamientos, proposiciones y debates del problema a solucionar, o la decisión a tomar, o el candidato a elegir.

 Una vez tomada la decisión, el voto ha de ser revocable “a tiempo real”, o sea, en el momento en que el votante lo decida, se debe poder cambiar el voto al candidato por otro candidato, o simplemente votar en contra del candidato que realmente te desagrada, sin que ello te obligue a votar a favor otro candidato, que tampoco te tiene porque gustar, o de la decisión que en su día fue errónea, a fin de rectificarla.

 Ello conlleva la solución al problema que en mi opinión mas abstención genera, y ese problema es: Que ningún candidato, ni partido, sea del agrado del votante, con lo cual se genera la apatía y desidia  del elector,  apatía y desidia, valga la redundancia, es de donde proviene mayor parte de la abstención.

 Es por todo ello, que pudiendo votar en contra del candidato que mas te desagrade, no se vea obligado el votante a votar a favor de otro que quizá tampoco le satisfaga.

 Es el caso de quien detesta a Zapatero, no gustándole Rajoy por ejemplo, pueda votar al en contra del candidato que menos le satisfaga sin verse obligado a votar a favor de otro que tampoco es de su gusto o simpatía.

 De esta manera el cómputo de los votos de un candidato seria: La suma de los votos a favor, menos los votos en contra.

 Con estos tres conceptos aquí expuestos entre otros,  se llegara a una democracia mucho más verdadera y honesta, menos sectaria y fraudulenta, reduciendo con ellos la corrupción generalizada, y generando también con ellos mucha más credibilidad del ciudadano, en la forma de hacer las cosas de la política, actualmente tan denostada, y con razón, que la hay evidentemente…

 El voto en blanco ha de ser una posibilidad real, en la cual la gente tenga clara su utilidad y promocionarlo en su verdadero sentido, y no como un voto perdido, como si fuera por omisión de votar, que realmente es, el que es generado por la abstención.

 No vemos aceptable el votar por listas cerradas, porque ello crea un problema de servilismo a la organización que promocionó al político de turno. Es mas importante, útil y valioso, votar al candidato y no al partido, para así extirpar el cáncer de la “PARTITOCRACIA”, así como ser elegidos por el ciudadano, tanto al presidente como a los ministros, como también el consejo general del poder judicial, el fiscal general del estado y hasta el Monarca de turno en el ámbito nacional, como también al alcalde, concejales, jueces y jefes de policía en el ámbito local.

 La mejor explicación a toda esta manera de hacer las cosas es: Hacerse la pregunta de ¿quien juzga al juez?, ¿quien ha de ser el policía del policía?, y quien ha de ser, quien dirija al dirigente?, obviamente el pueblo que les paga y elige… 

Resumo:

1º- Voto en contra

2º- Voto a tiempo real, (Y no cada 4 años)

3º- Voto en Blanco

4º- Revocabilidad del voto a tiempo real

5º- Elección de los cargos mas importantes de la Nación por los votantes

6º- «Extirpacion» de la democracia representativa, e implantación de las listas abiertas, y con ello la «PARTITOCRACIA», Valiendose de un sistema de Democrácia deliverativa, participativa y directa.

 

Recibáis todos, un cordial saludo

 

Partido Libertario de España

ESTADOS UNIDOS: Lobbys reparten dinero a manos llenas

Por Abid Aslam

WASHINGTON, 10 abr (IPS) – El viejo chiste según el cual Estados Unidos tiene la mejor democracia que el dinero puede comprar se confirmó dramáticamente este jueves, cuando una organización no gubernamental informó sobre la influencia del poder económico en la política de este país.

Por cada día que el Congreso legislativo estuvo en sesión el año pasado, los cabilderos gastaron, en promedio, 17 millones de dólares para ganar el favor de legisladores y otros funcionarios, sostuvo el Centro para una Política Sensible (Center for Responsive Politics, CRP). 

Empresas, sindicatos, gobiernos extranjeros y otros grupos de presión (”lobbies”, en inglés) invirtieron el año pasado la suma sin precedentes de 2.790 millones de dólares –7,7 por ciento más que en 2006– para influir sobre las decisiones políticas. 

“Cuando nuestra economía está al borde de la recesión, la industria del ‘lobby’ se encuentra en expansión”, dijo la directora ejecutiva del CRP, Sheila Krumholz. 

“Los grupos de presión son resistentes a la recesión. En algunos aspectos, incluso, buscan más (favores) del gobierno cuando la economía se desacelera”, agregó. 

Pero es difícil “cuantificar cuánto obtienen los cabilderos como retorno de sus inversiones. Generalmente, el dinero gastado es relativamente poco comparado con las ganancias que sus clientes obtienen”, señaló el portavoz del CRP, Massie Ritsch. 

En el caso de los contratos gubernamentales, “los retornos son astronómicos. Se ganan licitaciones por valores multimillonarios a cambio de unos 100.000 dólares invertidos en el ‘lobby’”, agregó. 

El sector de la salud fue el que más dinero dedicó en 2007: 444,7 millones de dólares, señaló el CRP. 

Las instituciones financieras, de seguros e inmobiliarias se ubicaron en segundo lugar, con un desembolso de 418,7 millones de dólares, mientras que los laboratorios medicinales pagaron a los cabilderos 227 millones de dólares. 

El CRP destacó que la industria farmacéutica invirtió en este concepto 1.300 millones de dólares en la última década, lo cual la coloca al tope de la estadística. 

Las empresas de seguros, en 2007, gastaron 138 millones de dólares, seguidas por las compañías de electricidad (112,7 millones) y las de computación e Internet (110,6 millones). El sector bursátil y la banca de inversión repartieron 87,3 millones, 40 por ciento más que en 2006. 

Entre las empresas u organizaciones individuales, la Cámara de Comercio de Estados Unidos figura al tope de la lista. Aunque la suma de dinero dedicado al cabildeo cayó 27 por ciento en 2007, tras alcanzar un récord en 2006, la organización y sus entidades miembro gastaron 52,8 millones de dólares, según el estudio. 

Entre las 20 empresas más generosas figuran General Electric (23,6 millones de dólares), General Motors, el gigante petrolero Exxon Mobil, AT&T y las fabricantes de armas Northrop Grumman y Lockheed Martin. 

El estudio del CRP señaló que el aumento del gasto en cabildeo durante 2007 está en línea con el incremento que ha venido registrando desde fines de los años 90, en torno a ocho por ciento anual. 

Entre las organizaciones que se dedican al cabildeo, Patton Boggs fue la que obtuvo mayores ganancias por quinto año consecutivo: 41,9 millones de dólares, 20 por ciento más que en 2006. 

Entre sus clientes más redituables figuran corredores de bolsa, productores de alimentos para mascotas y laboratorios como Bristol-Myers Squibb y Roche. (FIN/2008)

http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=88058

 

Liberalismo libertario

Liberalismo libertario

De Wikipedia, la enciclopedia libre

(Redirigido desde Derecha libertariana)

Para otros usos de este término, véase Libertarismo.

El liberalismo libertario (del inglés libertarianism), es una filosofía política antiautoritaria o libertaria que, partiendo de las mismas bases del liberalismo, afirma la vigencia suprema de la libertad individual (o de primera generación o libertad negativa), es decir, el derecho natural del individuo sobre sí mismo, cuyo límite no es otro más que el derecho ajeno.

Hay algunas interpretaciones del liberalismo libertario, todas comparten como principio el respaldo de la asociación voluntaria y la propiedad privada, la afirmación de la intrínseca libertad y eficiencia del libre mercado y la mínima intervención estatal -o inclusive nula– en cualquier aspecto de la vida.[1] Para los libertarios, toda relación humana debe ser producto de pactos voluntarios y la fuerza sólo puede emplearse legítimamente contra otros de manera defensiva o ante el incumplimiento de un acuerdo (principio de no agresión).

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Explicación terminológica previa para el lector de lengua española [editar]

Es importante destacar que la Real Academia de la Lengua Española, establece que el término libertariano no existe, el único válido es libertario.

La palabra liberal libertario requiere de una explicación terminológica para el hispanoparlante. Libertarian, en inglés norteamericano, es lo que los profesores de idiomas llaman un falso amigo, esto es, una palabra engañosamente fácil de traducir, pero que conduce a error si uno no la conoce a fondo. El sustantivo «liberalismo libertario» es menos conocido que «libertario», que traduce al castellano el término inglés «libertarian» (empezado a usarse con este sentido en inglés en los años 1950).

«Libertarian» se traduce como libertario a secas, pero según el contexto se tiene que diferenciar las diferentes acepciones de libertarismo (anarquismo, liberalismo libertario, socialismo libertario, libertarismo civil, etc.). Conmúmente «libertarian» a secas se entiende como un libertario liberal.

Principios y contexto ideológico [editar]

Esta ideología estadounidense del siglo XX es derivada en gran parte del liberalismo laissez faire del siglo XIX (mayormente europeo), como una actualización y reivindicación de éste, por lo que sus partidarios también se hacen llamar «liberales clásicos» y tienen su propio concepto sobre lo que debería significar libertad.

El libertarianismo es una filosofía política que normalmente aboga por la maximización de los derechos individuales, los derechos de propiedad privada lockeana o liberal y el capitalismo de libre mercado; asimismo favorece una ética basada en la responsabilidad individual liberal, oponiéndose al servicio militar obligatorio y a la regulación social por parte del Estado, los cuales entienden reprimen la libertad individual. Aparte de algunos principios básicos que favorecen lo que ellos entienden como libertad personal y el libre mercado, no hay ningún canon oficial de creencias libertarianas. Los libertarianos están en desacuerdo con otros libertarianos en muchos asuntos específicos, como el aborto, las intervenciones militares, etc. Los «libertarianos», integrados muchas veces en la derecha, sin embargo se desmarcan del conservadurismo, puesto que esta tendencia política contradeciría los principios de libertad del individuo.

No obstante muchos conservadores, especialmente en Estados Unidos, sostienen en mayor o menor medida los postulados liberales en el aspecto económico y de reducción del poder estatal en beneficio del sector empresarial, juntándose en una coyuntura, a estos conservadores se les suele llamar liberal-conservadores. Coyunturalmente hablando, esta facción conservadora y reformista vinculada al liberalismo conservador, es la que se relaciona al denominado neoliberalismo. Sin embargo, y pesar de la asimilación de este sector, doctrinalmente libertarianismo y neoliberalismo no son sinónimos y en según otros sectores libertarianos, no conservadores ni reformistas, en muchos puntos deberían ser antagónicos por sus principios y orígenes.

Derecha o izquierda [editar]

En sus orígenes de los 60/70 el liberalismo libertario surge como una facción contracultural y antisistema de la derecha, basada en valores antiautoritarios compartidos con la originaria New Left, como el antiestatismo, aunque diferenciándose en su espíritu individualista pro mercado y anticomunista. Otro punto en común del libertarianismo con la New Left es la compatibilidad de sus principios de aislacionismo y antiimperialismo respectivamente, por ejemplo ambas tendencias eran originalmente antibelicistas aunque con diferente talante: mientras la nueva izquierda decía «haz el amor y no la guerra», los libertarianos manifestaban «haz comercio y no la guerra».

Con frecuencia se concibe al liberalismo libertario como una doctrina de «derecha», lo cual sin embargo es un error, debido a por lo menos dos razones. En primer término, en cuestiones sociales más que en las económicas, el libertarianismo tiende a ser de «izquierda». Se opone a la legislación que restringe las relaciones sexuales privadas consensuales entre adultos (e.g., el sexo gay, el sexo no marital, el sexo no convencional), a la legislación que restringe el uso de drogas, a la legislación que impone posturas o prácticas religiosas sobre los individuos, y al servicio militar obligatorio.[1] En segundo término, además de la versión mejor conocida del libertarianismo (el libertarianismo de derecha) existe también la versión conocida como «libertarianismo de izquierda».

En su rivalidad ética e ideológica con los socialistas y comunistas gran parte de ellos se acercaron coyunturalmente a los conservadores, a pesar de las profundas diferencias de programa, esto dio como resultado un cambio de la identidad libertariana en los 80 hacia una imagen menos rebelde y más moderada y conciliadora, y en algunos casos hasta clasista. Esto porque muchos de ellos suelen ver en la burguesía a la clase social de los hombres y mujeres que sostienen la sociedad occidental y que por tanto promueven la libertad desde su interpretación liberal. Históricamente esta tendencia no sólo se ha opuesto al intervencionismo estatal sino también al movimiento obrero (sindicatos, contratos colectivos, huelgas, etc.), a la distribución del ingreso, y más recientemente al movimiento ecologista, catalogándolos de enemigos de las libertades liberales.

Sin embargo, una notable excepción a esta perspectiva son las tendencias denominadas como libertarianismo de izquierda alejadas tanto del liberalismo conservador como de la defensa incondicional del capitalismo, el libertarianismo de izquierda, más asociado al anarcocapitalismo (rothbardianismo de izquierda) y al mutualismo, en cambio es partidario de trabajar junto al movimiento obrero y al movimiento ecologista teniendo como enemigo común el estatismo, la violencia y el privilegio político-económico, y aportando con soluciones de mercado. Esta tendencia libertariana considera que el elitismo de la facción conservadora del mismo es un producto ajeno a su ideología, proveniente de fuentes no individualistas o sectaristas que resultan funcionales al status quo, lo que denominan libertarianismo vulgar.

Teoría de la justicia [editar]

El libertarianismo sostiene que inicialmente los agentes tienen propiedad total sobre sí mismos y poseen poderes morales para adquirir propiedad sobre cosas externas bajo ciertas condiciones. Normalmente se le concibe como una teoría de la justicia, en el sentido de los deberes que nos debemos a cada uno. Así entendido, el libertarianismo guarda silencio sobre los deberes impersonales que podamos tener (i.e., deberes para con ninguna persona). El libertarianismo puede entenderse como un principio básico o como uno derivativo. Por ejemplo, se le puede defender sobre una base de utilitarismo o sobre una de contractualismo.[2] Sin embargo, talvez principalmente se le puede entender como una doctrina sobre derechos naturales (o incluso como una doctrina sobre el uso de la fuerza no consensual). La primera exposición conocida de algo cercano al libertarianismo es atribuible a John Locke.[3] La defensa contemporánea más influyente se encuentra en la obra de Nozick.[4]

Principio de no agresión [editar]

«El liberalismo libertario mantiene que la libertad de una persona para disponer de su cuerpo y de su propiedad privada del modo en que estime oportuno debe de ser ilimitado, siempre y cuando esa persona no ejerza coerción sobre otras personas.» Los liberales libertarios definen «coerción» como el uso de fuerza física, la amenaza de usarla o el fraude, que altere o pretenda alterar el modo en el que un individuo vaya a usar su cuerpo o propiedad. El principio liberal libertario prohibiendo la coerción se conoce como principio de ‘no iniciación de la violencia’ o de ‘no agresión’, y muchos liberal libertario lo consideran como el principio definitorio del cual manan todas sus demás convicciones políticas.

Una forma de ver esto y que seguramente es aceptada por la mayoría de los liberales libertarios es que los grandes capitalistas son quienes mayor poder de influencia tienen sobre los gobiernos nacionales para obtener de éstos acciones que les beneficien y por lo tanto el principio de no agresión es en realidad una garantía de los individuos (débiles frente al poder del Estado) para que la fuerza no sea utilizada contra ellos en beneficio de los intereses más poderosos e influyentes.

Hay anarquistas e incluso mismos libertarianos consideran que hay libertarianos que defienden lo que a veces se denomina liberalismo vulgar y que vendría a ser, según su opinión, el capitalismo monopólico del siglo XIX menos el Estado de bienestar del siglo XX y no un sistema genuino de libre mercado. Por ejemplo Kevin Carson tiene esta perspectiva aunque no tiene esta opinión de algunos libertarianos como Murray Rothbard o Karl Hess.

Es de notar que el liberalismo libertariano doctrinalmente hace una diferenciación tajante entre propiedad meramente poseída cuya legitimidad podría ser discutible y propiedad legítimamente adquirida la cual es indiscutible y soberana. Esto porque el liberalismo libertario no «defiende la propiedad» sino las libertades individuales y dentro de esta la propiedad privada siempre y cuando esta respete el principio de no agresión, poniendo el derecho individual por encima de las consideraciones «legales» de los títulos de propiedad.

Propiedad natural [editar]

Dentro del libertarianismo existen dos interpretaciones sobre los bienes naturales, que forman parte de la misma tradición liberal. Ambos respaldan la propiedad total sobre sí mismo, pero difieren con respecto a los poderes de los agentes para apropiarse de recursos naturales sin propiedad (tierra, aire, agua, etc.). El «libertarianismo clásico» sostiene que típicamente tales recursos pueden ser apropiados por la primera persona que los descubre, que les agrega trabajo, o que meramente los reclama —sin el consentimiento de otros—, y con poco o ningún pago por ellos. En contraste, el libertarianismo igualitario (llamado también «de izquierda», aunque diferente del anarquista) sostiene que los recursos naturales sin propiedad pertenecen a todos en alguna forma igualitaria, y puede por ejemplo, requerir de aquellos que los reclaman la realización de un pago a los otros como compensación sobre el valor de esos derechos, lo cual puede servir de fundamento para un tipo de redistribución igualitaria.

Filósofos libertarianos [editar]

Como precedente de esta ideología se encuentra el liberal clásico John Locke (1632-1704), quien creía que en el Estado de naturaleza todos los individuos eran libres e iguales. En el Segundo tratado sobre el gobierno civil, Locke afirma que del derecho de propiedad sobre uno mismo deriva la libertad de mezclar el propio trabajo con los recursos naturales para constituir así la propiedad privada. Todo individuo tiene derecho a los frutos de su propio esfuerzo.

Con la publicación del libro Anarquía, Estado y Utopía, Robert Nozick, profesor de la Universidad de Harvard, se convirtió en el principal representante del liberalismo libertariano contemporáneo. Nozick afirma que «los individuos tienen derechos, y hay cosas que ninguna persona o grupo puede hacerles sin violar esos derechos». Nozick parte de John Locke para justificar un Estado mínimo, encargado solamente de la seguridad y de la justicia. Enseguida, lanza una crítica a la célebre Teoría de la Justicia de John Rawls. Si bien Nozick rechaza las tentativas de garantizar la igualdad de oportunidades en ámbitos distintos del económico, en la actualidad existen novedosas formas de liberalismo libertariano de izquierda como el que postulan los agoristas que exploran esta posibilidad.

Bertrand Russell calificó a su propio punto de vista como «liberalismo libertario» en polémica con el nacionalismo y con el militarismo imperantes durante la guerra fría; aun así esta declaración no se relaciona ni lo ubica dentro del llamado liberalismo libertariano o libertarianismo sino que está relacionado a las simpatías de Russell por el anarquismo.

Ayn Rand y el libertarianismo [editar]

La relación entre Ayn Rand y el ideal libertariano es compleja, y llena de paradojas.

Por un lado, muchos libertarianos han llegado al libertarianismo tras sentirse inspirados por las novelas de Ayn Rand.

  • Ayn Rand sirvió de inspiración a muchos jóvenes durante los años 1950 y 1960. Gracias al impacto emocional de la exposición a favor de la Razón y del individualismo presentada por las novelas de Ayn Rand, estos jóvenes encontraron una defensa ética racional del capitalismo y del individualismo de concepción burguesa (self-fishness), y además evitaron el verse envueltos en los movimientos «irracionalistas» y «colectivistas» (en la lógica libertariana) de esa época (beatniks, existencialistas, hippies, New Left…). -nótese que, desde otro punto de vista, tanto los ‘beatniks’ como los existencialistas son considerados individualistas radicales pero anti-burgueses.

No es casualidad que Jerome Tuccille titulase «Normalmente comienza con Ayn Rand» («It Usually Begins With Ayn Rand(1972)») su historia sobre el movimiento antiestatista pro-capitalista liberal (minarquista) durante los 1960 e inicios de los 1970.

  • Los libertarianos utilizan profusamente el símbolo del dólar (al que a veces añaden el símbolo del ying y el yang), símbolo que también fue usado con anterioridad por los héroes de la novela de Ayn Rand «La rebelión de Atlas«.

Por otra parte, no todos estos jóvenes, aún inspirados emocional e intelectualmente por las novelas de Ayn Rand, se hicieron necesariamente estudiantes de objetivismo. Muchos de ellos incluso buscaron alianzas con la «New Left» norteamericana y con otros movimientos «antisistema».

  • Ayn Rand condenó duramente a los libertarianos. Los llamó «hippies de derechas», y llegó a afirmar que era mejor hacerse marxista (una abominación para Ayn Rand) que hacerse libertariano [cita requerida].
  • Murray Rothbard, uno de los fundadores en 1971 del «Libertarian Party» norteamericano, estuvo en el círculo intelectual de Nathaniel Branden y de Ayn Rand a finales de los 1950. No obstante, Rothbard escribió un duro ensayo en 1972, en el que sostenía que el movimiento objetivista era poco menos que una secta, a la que peyorativamente llamaba la «secta Rand» (The Sociology of the Ayn Rand Cult).

Tras la muerte de Ayn Rand, el objetivismo «oficial» del Ayn Rand Institute (dirigido por Leonard Peikoff) ha continuado denunciando al libertarianismo como una ideología dañina. No obstante, el objetivismo «heterodoxo» (o falso objetivismo, según Peikoff) de David Kelley sí ha considerado conveniente la colaboración con libertarianos.

Referencias [editar]

  1. Diccionario para una sociedad libre y virtuosa
  2. Veáse e.g., Narveson 1988.
  3. Veáse Locke 1690.
  4. Veáse e.g., Nozick 1974.
  • Locke, J., 1690, Two Treatises of Government, ed. by P. Laslett, New York: Cambridge University Press, 1960. Extract reprinted in Vallentyne and Steiner, 2000b.
  • Narveson, J., 1988, The Libertarian Idea, Philadelphia: Temple University Press.
  • Nozick, R., 1974, Anarchy, State, and Utopia, New York: Basic Books. Extract reprinted in Vallentyne and Steiner, 2000a.

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

A favor del liberalismo libertario.

El agorismo es una escuela anarquista de mercado basada en el concepto de «ágora», una zona o red comercial anarquista, que promueve la propiedad privada y el comercio libre sin coacción ni fraude y que visualiza el emprendimiento empresarial como forma de acción directa.

Agorismo

Agorismo

El agorismo es una escuela anarquista de mercado basada en el concepto de «ágora», una zona o red comercial anarquista, que promueve la propiedad privada y el comercio libre sin coacción ni fraude y que visualiza el emprendimiento empresarial como forma de acción directa. Su enfoque emprendedor va desde la defensa de la propiedad e iniciativa privada hacia el respaldo del mercado negro (y gris) como método revolucionario o contraeconomía y la promoción de los emprendedores como nueva clase social.

Su teoría sobre la revolución y la clase social evoluciona desde la teoría de la propiedad ancap, promoviendo el surgimiento desde abajo de empresas privadas por medios netamente privados, con negocios independientes del orden político, y provee un marco teórico para una innovadora redistribución de la propiedad a través de una forma radical de mercado libre que busca eliminar el proletariado como clase, convirtiendo a los trabajadores en empresarios radicales.

http://spa.anarchopedia.org/agorismo

El agorismo es una escuela anarquista de mercado basada en el concepto de "ágora", una zona o red comercial anarquista, que promueve la propiedad privada y el comercio libre sin coacción ni fraude y que visualiza el emprendimiento empresarial como forma de acción directa.

Agorismo

Agorismo

El agorismo es una escuela anarquista de mercado basada en el concepto de «ágora», una zona o red comercial anarquista, que promueve la propiedad privada y el comercio libre sin coacción ni fraude y que visualiza el emprendimiento empresarial como forma de acción directa. Su enfoque emprendedor va desde la defensa de la propiedad e iniciativa privada hacia el respaldo del mercado negro (y gris) como método revolucionario o contraeconomía y la promoción de los emprendedores como nueva clase social.

Su teoría sobre la revolución y la clase social evoluciona desde la teoría de la propiedad ancap, promoviendo el surgimiento desde abajo de empresas privadas por medios netamente privados, con negocios independientes del orden político, y provee un marco teórico para una innovadora redistribución de la propiedad a través de una forma radical de mercado libre que busca eliminar el proletariado como clase, convirtiendo a los trabajadores en empresarios radicales.

http://spa.anarchopedia.org/agorismo